'Las caras lindas de mi gente negra': tres mujeres afro protagonistas de la transformación en Juntanza Étnica

En el entramado de la Juntanza Étnicasse entretejen historias de resiliencia, liderazgo y empoderamiento que dan vida y color a la apuesta de USAID en Colombia por el fortalecimiento de las comunidades étnicas. 

Detrás de este programa, operado por ACDI/VOCA, se encuentra un equipo diverso que no solo abraza la diversidad étnica, sino que también está arraigado en los territorios que busca transformar.

Hoy, queremos compartir las inspiradoras historias de tres mujeres afro que forman parte de la Juntanza. A través de su compromiso y dedicación, estas mujeres han marcado la diferencia en la manera en que se acompaña a las comunidades, ofreciendo una perspectiva única y llenando de esperanza los corazones de aquellos que buscan referentes positivos y oportunidades de desarrollo.

En el trajinar de la bulliciosa Bogotá, se alza una voz que trae consigo la esencia y la fuerza de Tumaco. Berci Dalila Barahona, una tumaqueña de corazón.

Ha dedicado tres décadas de su vida a sembrar semillas de paz y reconciliación en la capital colombiana. Como Gerente del capítulo étnico del programa Juntanza Étnica, ha desplegado su experticia en istración de empresas, gestión para el desarrollo empresarial y economía para liderar una cruzada por la construcción de una paz duradera y significativa.

Con 26 años de experiencia a cuestas, Berci se ha erigido como una experta en asuntos investigativos de construcción y cultura de paz. Su labor como líder de las apuestas de paz del programa ha sido fundamental para validar, junto con las comunidades étnicas del territorio, la implementación y seguimiento de estrategias destinadas a poblaciones vulnerables, étnicas y víctimas del conflicto.

Las iniciativas que Berci ha acompañado al interior de la Juntanza Étnica trascienden las fronteras del discurso político para convertirse en acciones concretas que transforman realidades. Su visión estratégica de las regiones y los territorios ha permitido articular acciones entre gobiernos locales y nacionales en clave territorial, impulsando el cumplimiento de los planes de desarrollo territoriales PDET. 

Además, ha sido artífice de la movilización de autoridades tradicionales afro e indígenas, quienes han asumido un rol protagónico en la consecución de sus planes de vida con enfoque en el cumplimiento del acuerdo de paz.

El legado de Berci trasciende más allá de los escritorios y las salas de reuniones. Su labor incansable ha fortalecido la recuperación de la confianza en las instituciones del Estado y ha promovido una visión de trabajo mancomunado en la búsqueda de una paz sostenible en la región. 

Su nombre se erige como símbolo de esperanza y su compromiso como faro que guía el camino hacia un futuro más justo y equitativo para todos los colombianos. En la sinfonía de la diversidad étnica, Berci Dalila Barahona es una pieza clave, tejiendo puentes de reconciliación y construyendo un país donde la paz sea una realidad palpable para cada uno de sus habitantes.

En el bullicioso corazón de Cali, una voz se alza con fuerza para impulsar el desarrollo económico de las regiones Cauca y Valle. Diana Suley Castro, oriunda de Buenaventura y arraigada en la capital vallecaucana desde hace una década, despliega su talento como Especialista de oportunidades económicas en el programa Juntanza Étnica.

Con una formación sólida que abarca la contaduría pública, la cooperación internacional y la gerencia social, Diana ha acumulado más de diez años de experiencia en el campo del desarrollo comunitario. 

Su especialización en gerencia financiera le otorga las herramientas necesarias para guiar proyectos productivos con una perspectiva étnica, promoviendo la inclusión y el empoderamiento de las comunidades marginadas.

El compromiso de Diana va más allá de simples números y balances. Su enfoque se centra en el acompañamiento integral de emprendimientos, especialmente aquellos liderados por mujeres y con un enfoque intergeneracional. A través de la Juntanza Étnica, ha contribuido al fortalecimiento de iniciativas que, además de generar ingresos, fomentan la cohesión social y resaltan las fortalezas de las comunidades rurales y étnicas.

Uno de los pilares de su labor es la visibilización de emprendimientos en regiones apartadas, donde la presencia institucional es escasa. Diana comprende la importancia de sostener estas apuestas a largo plazo, reconociendo su potencial para transformar realidades y generar un impacto duradero.

Su perspectiva holística del territorio y su pasión por el trabajo comunitario son el motor que impulsa su labor. Cada proyecto que lidera lleva consigo un sello distintivo, una marca de calidad que fortalece la cadena de valor y abre nuevas oportunidades para aquellos que han sido históricamente marginados.

En un mundo donde la diversidad es nuestra mayor riqueza, Diana Suley Castro es una figura inspiradora, forjando caminos de prosperidad desde la inclusión y el respeto a la pluralidad étnica de Colombia. Su legado perdurará como un testimonio del poder transformador del compromiso y la dedicación en la construcción de un futuro más equitativo y próspero para todos.

En los entramados del Pacífico colombiano, en la pintoresca ciudad de Tumaco, emerge como un faro de esperanza y acción la figura de Maite, una joven tumaqueña cuyo compromiso y liderazgo han dejado una huella imborrable en la región. Con una trayectoria encomiable, Maite se erige como la Directora regional Nariño de los programas Jóvenes Resilientes y Juntanza Étnica, mientras encamina su camino hacia la

obtención del título de magister en Gerencia y Práctica del Desarrollo (MDP).

Con una sólida formación agrónoma y una pasión desbordante por el desarrollo sostenible, Maite ha dedicado años de su vida a liderar procesos de transformación en comunidades étnicas. Como cofundadora de la Fundación Juvenil Alto Mira y Frontera en Tumaco, Nariño, ha sido artífice de iniciativas que van desde la creación de la Biblioteca comunitaria de Imbilí Carretera hasta la puesta en marcha de la Escuela de Robótica y el Centro Tecnológico Hp.

Sin embargo, el verdadero poder de Maite radica en su capacidad para inspirar y movilizar a otros. Su empatía y pasión son contagiosas, y se reflejan en cada proyecto que emprende. Bajo su liderazgo, los programas de USAID han encontrado un nuevo impulso en el territorio, apostando por un trabajo articulado que potencie la sostenibilidad de las acciones productivas y biodiversas en la región.

Pero el camino de Maite no ha estado exento de desafíos. En un territorio tan complejo como el Pacífico colombiano, ha tenido que sortear obstáculos con determinación y compromiso. Sin embargo, su convicción en la importancia del trabajo comunitario y su habilidad para tejer redes sociales e institucionales han sido clave para superar cada adversidad.

Gracias a su liderazgo visionario, Maite ha logrado posicionar un portafolio de iniciativas integradoras y biodiversas que apuntan al crecimiento económico y al bienestar de la región. Su legado perdurará en el tiempo, como un testimonio vivo del poder transformador del liderazgo comprometido y la acción colectiva. En Tumaco, Maite no solo es una líder, es una inspiración para las futuras generaciones que sueñan con un futuro más justo y próspero.

NELMY BENÍTEZ PINO

Funcionaria de ACDI/VOCA Colombia

Directoravregional Cauca-Valle de los programas Jóvenes Resilientes y Cauca de Juntanza Étnica

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