Dos vidas truncadas en el Cauca: así eran Jair y Duván, los patrulleros asesinados en la reciente oleada violenta

Este martes 10 de junio, el Cauca fue escenario de una escalada de violencia que dejó dos víctimas mortales entre las filas de la Policía Nacional.

Más allá de los uniformes y los números, Jair y Duván eran jóvenes con sueños, familias, anhelos de servir y avanzar en sus carreras, vidas que quedaron abruptamente detenidas por la violencia que aún persiste en varios rincones del país.

La primer tragedia se registró en el municipio de Caloto, donde un francotirador segó la vida del patrullero Jair Gonzalo Gurrute Bolaños mientras cumplía su servicio en zona urbana. El joven llevaba dos años y diez meses en la Policía Nacional y era oriundo del resguardo indígena de Coconuco, en el municipio de Puracé.

Jair era un joven que inspiraba respeto y cariño entre quienes lo conocieron.

“Era un muchacho trabajador, lleno de vida, comprometido con su comunidad y su país”, destacó la Alcaldía de Puracé en un emotivo comunicado oficial que acompañó con un sentido mensaje: “Hoy despedimos a uno de los nuestros”.

El alcalde de Puracé, Jorge Armando Andrade Molano, también lamentó su muerte y expresó: “Jair era un joven con metas, con toda la energía para salir adelante. Su partida nos ha dejado con el corazón roto. Que brille para él la luz perpetua y que su recuerdo viva por siempre en nuestros corazones”.

Poco después del asesinato de Jair, un nuevo ataque sacudió el Cauca, a la altura del peaje de Villa Rica en plena vía Panamericana. Allí, en un atentado con explosivos, murió el patrullero Duván Andrés Ramírez Cárdenas, quien hacía parte de la Seccional de Tránsito y Transporte. En este hecho también resultaron heridos otros dos uniformados.

Un mensaje en redes sociales, escrito por uno de sus colegas, resume el dolor que dejó su partida: “Descansa en paz, mi curso. Me quedaré con esos bellos recuerdos de cuando éramos auxiliares, los servicios que compartimos juntos y las veces que me contabas que querías seguir en la Policía por el futuro de tu hijo. Y mira, hoy te arrebatan la vida. Te llevaré siempre presente”.

Los atentados contra Jair y Duván fueron parte de una oleada violenta que se extendió por varios municipios del Cauca y del Valle del Cauca. Según información preliminar, los ataques fueron orquestados por disidencias de las Farc, posiblemente en conmemoración de la muerte de alias Mayimbú, antiguo cabecilla de esa estructura criminal.

También se registraron incidentes en Morales, Toribío, Buenos Aires, Timbiquí y Suárez, mientras que en el Valle del Cauca se reportaron explosiones en Cali, Buenaventura y Jamundí, lo que aumentó la preocupación por una posible escalada armada en toda la región.

Mientras las autoridades refuerzan la seguridad y evalúan medidas urgentes, el país llora la pérdida de dos jóvenes servidores públicos que, como tantos otros, apostaron su vida por la seguridad de los colombianos.