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Antioquia: 44 años de cárcel a un hombre que violó a una bebé de 9 meses, la tiró a un hueco y la tapó con ramas

Los hechos ocurrieron en noviembre del 2023, cuando el sentenciado entró a la vivienda de la menor y la secuestró.

Condena por abuso sexual infantil Foto: Fiscalía General de la Nación y EL TIEMPO

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David Alejandro Mercado

PERIODISTA12.06.2025 11:22 Actualizado: 12.06.2025 11:22

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A 44 años y 2 meses de prisión fue condenado por un juez de conocimiento Luis Eduardo Correa Ruvio, quien fue declarado culpable de secuestrar, abusar sexualmente e intentar quitarle la vida a una bebé en Turbo, Urabá antioqueño.

Gracias a las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación, el hombre de 24 años fue sentenciado por los delitos de feminicidio en grado de tentativa, carnal violento y secuestro simple, todas las conductas agravadas.

Sin embargo, la decisión de primera instancia fue apelada por la defensa ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Antioquia.

Los hechos

De acuerdo con el ente acusador, el crimen ocurrió en la madrugada del 12 de noviembre de 2023, en el corregimiento Nueva Colonia, de Turbo.

Allí, el procesado ingresó a una vivienda y se llevó a la niña de 9 meses de nacida.

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Turbo, Antioquia Foto:Tomada de Facebook

"Horas más tarde, la víctima fue encontrada en un hueco junto a un río, tapada con ramas y con signos de violencia sexual. La menor de edad inicialmente fue conducida a un centro médico de Apartadó y luego remitida hasta un hospital de Montería (Córdoba), debido a la gravedad de las lesiones que pusieron en riesgo su vida", informó la Fiscalía.

En las pruebas mostradas por la entidad, quedaron registrados videos de una cámara de seguridad de la zona que captaron el momento en que el hombre se llevó a la niña hacia el sitio donde posteriormente fue encontrada.

También se observó que regresó sin la bebé después de perpetrar el hecho.

La captura

El 19 de noviembre del 2023, una semana después de cometer el crimen, el responsable de este aberrante hecho fue capturado.

Hasta el corregimiento Santa Cecilia, en Pueblo Rico (Risaralda), llegaron uniformados de la Policía Nacional para capturarlo.

Este hombre intentó esconderse en un resguardo indígena de la zona, pero fue descubierto por la comunidad y entregado a las autoridades.

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Cifras de este delito

Protesta con juguetes en contra del abuso sexual de menores de edad. Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO

Entre enero y marzo de este año, Medicina Legal les ha practicado exámenes a 464 pequeños de entre 0 y 5 años; 353 eran niñas.

En total, durante el primer trimestre, esta entidad atendió a 3.893 menores de 18 años como presuntas víctimas de delitos sexuales. Es decir, 43 casos por día; 1.994 eran mujeres adolescentes entre los 12 y los 17 años.

De acuerdo con un informe de la Judicatura al que tuvo EL TIEMPO, en 2024 ingresaron al sistema 41.298 denuncias y, de enero a marzo de este año, han entrado 7.789.

Identificar el flagelo

La Universidad Manuela Beltrán ha realizado un estudio con el apoyo de expertos y psicólogos forenses para alertar a padres de familia sobre las principales señales de advertencia que podrían indicar la presencia de un agresor cercano.

Una de las primeras señales que destacan los especialistas tiene que ver con el comportamiento inicial de los agresores, quienes suelen acercarse a sus víctimas mediante regalos, atención constante o halagos, buscando ganar su confianza. En muchos casos, el agresor intenta alejar al menor de su entorno cercano.

“Tenemos que tener presentes varias claves a la hora de reconocer a este tipo de agresores. ¿Cómo empiezan estos comportamientos? Haciendo regalos, acercándose a los menores, aislándolos de sus familias o de las personas en los colegios que los puedan ayudar. Tenemos que el 68 % de los agresores utilizan esta conducta que es llamada conocida como grooming”, explicó Marcela Parra, directora de investigación criminal de la Universidad Manuela Beltrán, en entrevista con City TV.

La segunda clave que resalta el informe está relacionada con la manipulación emocional. Muchos agresores convencen a sus víctimas de no hablar sobre lo ocurrido, utilizando amenazas directas o implícitas sobre posibles consecuencias para ellos o sus seres queridos si llegan a contar lo que está pasando.

El tercer aspecto mencionado por los expertos tiene que ver con la manera en que el abusador mantiene el control sobre la víctima. El silencio impuesto se convierte en la herramienta más efectiva para prolongar el abuso, ya que impide que se detecte a tiempo.

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