Ataques en el oriente de Cali: una población que le ha tocado convivir entre la violencia, el miedo y la esperanza

Una realidad tan borrosa como la que se ve levemente, a través del gas que sale de una estufa con la que se ponen a freir los buñuelos en la panadería de la carrera 112 con 26j (barrio Manuela Beltrán), es la que muchas personas del oriente de Cali parecen tener.

Tan solo a unos pocos metros, donde se ubica el CAI de este barrio, explotó un artefacto, con tal violencia, que interrumpió por un momento la producción de este popular amasijo, que algunas de las personas que se encontraban en el lugar, tenían la servilleta casi mojada de aceite al tratar de terminar de comerlo.

“Solo escuché un estruendo bastante fuerte, me asusté mucho, y pues uno no sabe si salir a correr o tirarse al suelo, porque tampoco sabe si habrá otra explosión”, contó una de las personas que se encontraban apenas se dirigía a comprar algo para llevar a la casa, y que prefirió omitir su nombre.

El CAI de esta zona se encuentra ubicado en la mitad de un pequeño valle de viviendas, entre pequeños comercios y residencias, que, en su mayoría, sufrieron algún tipo de afectación en sus ventanas y paredes.

Uno de los lugares más afectados fue el granero La Milagrosa, que paradójicamente, al igual que su nombre, no se presentaron víctimas mortales, teniendo en cuenta que es un comercio al que suelen acudir muchas personas en la mañana, para empezar a diseñar lo que serán sus almuerzos.

Al lado de este establecimiento se encuentra un billar, cuyo propietario, agradeció a Dios que estaba dormido, debido a que abre a las 4 de la tarde. En sus paredes quedaron grabados algunos impactos de esquirlas, donde tradicionalmente se ubican sus clientes, que por fortuna, a las 8:08 a. m., posiblemente estarían saboreando un buñuelo o un ‘pan cacho’ en la panadería de la esquina.

De un momento a otro, algunas personas trataron de volver a sus realidades, mientras que otras más curiosas, decidieron ir a la estación de Policía de Los Mangos, ubicada a casi 3 kilómetros del CAI de Manuela Beltrán.

En ese lugar, el panorama era más dantesco: policías corriendo de un lado a otro, algunos en chanclas y pantaloneta, tratando de controlar la zona, mientras ambulancias se llevaban algunos heridos, menos a un hombre que perdió parte de sus extremidades por el impacto del explosivo.

Y es que la situación, como dijo un famoso creador de contenido del oriente caleño, que estaba cerca al CAI de Manuela Beltrán: “Maniiiitos, aquí hay que jugar vivo, tire viveza, para que no lo coja de sorpresa cualquier cosa rara”.

A pesar de la situación compleja que se vive en esta zona, no se pierde la chispa, la alegría y la 'sabrosura' que los caracterizan, para seguir adelante.

Los atentados en tres puntos de Cali (CAI de Meléndez y Manuela Beltrán, y la estación de Los Mangos), al igual que la violenta escalada en el Cauca, Buenaventura, y las intimidaciones con cilindros bomba abandonados en Jamundí, buscarían enviar un mensaje al Gobierno Nacional, de poder y control.

“Este tipo de acciones no tienen un impacto significativo en el sentido de un gran poder militar, pero sí tienen un efecto desestabilizador para la vida cotidiana en lugares críticos. Por lo demás, cuestiona la política de Paz Total que se ha implementado al margen de tener al mismo tiempo una política de seguridad robusta”, agregó Arias.

Para el analista, el mensaje de fondo que quieren enviar grupos armados responsables de los ataques en la región, es: "No estamos derrotados y para el éxito de la Paz Total tendrán que contar con nosotros".

Cada que ocurre algún acto violento, el miedo termina por convertirse en el lenguaje de las víctimas y personas afectadas por algún acto violento.

Una de las informaciones que más generó alboroto fue una supuesta bomba en un centro comercial, lo que generó caos, al igual que en un colegio aledaño.

“Les pedimos hacer la pausa, la información que estamos dando es oficial, estamos enviando un comunicado cada hora por los canales oficiales para informar sobre lo que está sucediendo en la ciudad. Por favor, responsabilidad con la información que circula en redes. Solamente estamos informando por anales oficiales”, pidió a la ciudadanía, el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jairo García.

JOSÉ ANTONIO MINOTA HURTADO

EL TIEMPO CASA EDITORIAL

CALI