Nariño | En confusos hechos, cuatro personas fueron asesinadas en una vereda del triángulo del Telembí

Cuatro muertos en zona rural del municipio de Magüí Payán, Nariño, son objeto de investigación por parte de las autoridades, pero no se descarta que se podría tratar de un ataque de un grupo armado ilegal contra la población civil.

Según la revelación entregada por el secretario de Paz y Derechos Humanos de la gobernación de Nariño, Alex González, los hechos se registraron en la madrugada del sábado 7 de junio en la vereda Tortuga, en esa jurisdicción ubicada en el triángulo del Telembí, dónde los grupos armados ilegales se disputan las rutas del narcotráfico y la minería ilegal.

En la reunión celebrada en la ciudad de Pasto asistieron funcionarios de la gobernación de Nariño, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la Nación y la alcaldía de Magüí Payán.

De la misma charla habría trascendido que, al parecer, integrantes de un presunto grupo armado ilegal habrían ingresado a la zona y posteriormente, asesinado a cuatro personas, cuyas identidades se desconocen, de las cuales, en la tarde del sábado, se habían rescatado dos cuerpos en cercanías de un río.

Las primeras versiones de algunos pobladores también dan cuenta de que hombres fuertemente armados obligaron a los habitantes a tirarse al piso en el polideportivo, para seguidamente llevarse a cuatro habitantes residentes en esa vereda.

La organización social Asojuntas también se pronunció y, por este nuevo hecho de violencia, solicitó mayores garantías para los pobladores y líderes de Magüí Payán.

Además, indicó que la comunidad se encuentra muy preocupada y atemorizada, porque se podrían desatar nuevos ataques del grupo armado ilegal en el territorio.

Este ataque de un grupo armado se produjo tres días después de la visita que hizo a Nariño el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, con el objeto de analizar el grave deterioro del orden público en la subregión de la Cordillera Occidental, donde desde hace más de 20 días se registran enfrentamientos entre el Ejército y el grupo armado residual Franco Benavides, de las disidencias de las Farc.

El funcionario había anunciado en esa ocasión el fortalecimiento de la denominada Operación Cordillera en Nariño, una estrategia militar orientada a desarticular las estructuras criminales que se están lucrando del narcotráfico y la minería ilegal, pero sin afectar a las comunidades que habitan en los municipios de Cumbitara y Policarpa.

Lo que ha causado mucha sorpresa fue el anuncio que se hizo en un consejo de seguridad, en el sentido de que en Nariño, en lo que va corrido del presente año se ha registrado una reducción del 30 por ciento de homicidios, una disminución del desplazamiento forzado del 88 por ciento y una reducción de enfrentamientos entre grupos armados a cero.

Sin embargo, el Observatorio de Conflictividades y Acciones de Paz recordó cómo en menos de una semana se produjo el asesinato del coordinador de la organización indígena Camawari, Luis Aurelio Araujo, al igual que sus dos escoltas, en hechos ocurridos en el municipio de Ricaurte.

También recordó que pocos días antes en el municipio de Linares fueron asesinados dos hombres por desconocidos.

Según el citado observatorio: “Estos actos de barbarie ponen de presente que las organizaciones étnicas y sociales son los actuales blancos de la guerra, pues representan el obstáculo a la hegemonía armada de los grupos que se disputan los territorios”.