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Los programas del Idipron para ayudar a jóvenes en riesgo de ser instrumentalizados o víctimas de abusos en Bogotá
De los 9.479 jóvenes y niños ados por el instituto, el 28,5 % se vinculó y hoy 900 reciben atención.
Idipron atiende a niños y jóvenes en riesgo con programas voluntarios de internado y externado. Foto: IDIPRON
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Explotación sexual comercial, riesgo de habitar la calle, conflictos con la ley, fragilidad social y migración con dificultades son algunas de las situaciones por las que niñas, niños y adolescentes entre los 6 y los 28 años de edad llegan al Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron). Estas condiciones de vulnerabilidad son atendidas por diversos programas que ofrece esta entidad.
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La atención a estos menores de edad se brinda bajo dos modalidades: internado y externado. La primera se ofrece a jóvenes que enfrentan dificultades en su núcleo familiar o que no tienen hogar, por lo que permanecen en las instalaciones del instituto los siete días de la semana, las 24 horas del día.
En esta modalidad, algunos niños pueden regresar a sus casas durante un tiempo determinado del mes. Esto solo aplica para adultos con permisos documentados o, en el caso de menores de edad, para encuentros familiares autorizados.
Sin embargo, no todos pueden hacerlo, ya que aquellos que se encuentran en condición de 'protegidos' no pueden salir por razones de seguridad.
La mayoría de las personas atendidas por Idipron tienen entre 14 y 28 años. Foto:Idipron.
En cuanto a la modalidad de externado, consiste en asistir a las Unidades de Protección Integral (UPI) del Idipron para recibir servicios de atención durante el día. La jornada termina a las tres de la tarde, momento en el cual los menores de edad y jóvenes pueden regresar a sus hogares.
Estas atenciones y servicios son de carácter voluntario. Por tanto, si en algún momento uno de los jóvenes —independientemente de la modalidad en la que se encuentre— no desea continuar en el proceso, puede retirarse. Del mismo modo, si en el primer encuentro con los funcionarios decide no ingresar al programa, simplemente no inicia el proceso.
Este modelo ha llamado la atención de la opinión pública en las últimas horas, luego de que el pasado 9 de junio se conociera que el joven de 14 años que disparó contra el senador y precandidato Miguel Uribe Turbay tuvo o 12 días antes al atentado con funcionarios del Idipron.
Durante ese encuentro, los gestores de la entidad le ofrecieron al adolescente —hoy aprehendido por las autoridades— todos los programas disponibles, con el fin de brindarle atención especializada. Sin embargo, el menor no quiso formar parte de estos planes.
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Este joven hace parte de los 9.479 niños, niñas y adolescentes que estaban en situación de vida en calle, en riesgo de habitarla o en condición de fragilidad social. Casos como el suyo no son aislados: algunos no acceden a iniciar un proceso con el Instituto. Según cifras de la entidad, de quienes tuvieron un primer o con Idipron, solo 2.705 se vincularon a las estrategias del modelo pedagógico: 1.745 hombres y 960 mujeres.
La mayoría de las personas atendidas por Idipron tienen entre 14 y 28 años. Foto:Idipron.
Los programas que ofrecen
Entre los servicios ofrecidos por Idipron, se encuentra un modelo pedagógico cuyo objetivo es atender las dinámicas de calle, restablecer derechos y prevenir riesgos, para que los menores de 18 años puedan acceder y gozar plenamente de sus derechos.
Así fue el proceso para revitalizar el túnel con jóvenes del Idipron. Foto:Idipron
Estrategias de abordaje en calle incluye tres programas:
- ‘Caminando Relajado’: funcionarios del Instituto recorren zonas vulnerables para transmitir mensajes a los beneficiarios que podrían estar en conflicto con la ley o su comunidad, orientándolos hacia “buenos caminos”.
- Prevención: el instituto brinda atención integral con el fin de facilitar la inclusión social y el desarrollo personal.
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- Trabajo contra la ESCNNA (Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes): Idipron investiga los casos, promueve la prevención, activa rutas de atención, realiza valoraciones en el área de derechos, proporciona apoyo alimentario, trabaja con las familias, acoge a los adolescentes, establece planes de atención, ofrece escolarización y orientación para un proyecto de vida.
- Componentes de derecho: el Instituto ofrece una atención integral que incluye arte, educación, salud, espiritualidad, deporte, oportunidades de inserción social, asesoría socio-legal y acompañamiento psicosocial.
- Proceso Semáforo: este programa, que funciona tanto en modalidad internado como externado, tiene una primera fase de redefinición de las dinámicas de calle para garantizar los derechos de los jóvenes. Luego, se les brinda una ruta de oportunidades con oferta educativa y de inserción socioeconómica.
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- Talleres, convenios y emprendimientos: incluye talleres de corta y larga duración enfocados en el desarrollo del proyecto de vida. Se enseñan habilidades como belleza, joyería, asistencia social, entre otras.
- ‘Convenios’ e intermediación laboral: los jóvenes pueden acceder a carreras técnicas o tecnológicas, y recibir acompañamiento en sus procesos de vinculación laboral.
- Estrategias de emprendimiento: están orientadas a que los jóvenes utilicen sus conocimientos y habilidades para generar ingresos de manera autónoma.
- Música como proyecto de vida: por medio de este programa académico los jóvenes pueden realizar un camino en la música y expresiones artísticas en el Conservatorio Javier de Nicoló.
TATIANA MORENO QUINTERO
REDACCIÓN BOGOTÁ
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