'Preguntas inducen a votar por el sí': lo que advertía Benedetti de consulta al pueblo en gobierno Uribe

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Aunque tuvieron ligeros ajustes, la esencia de las preguntas se mantuvo con respecto a lo que había sido presentado hace una semana por los ministros del Interior, Armando Benedetti, y de Trabajo, Antonio Sanguino. Analistas y congresistas de oposición e independientes advierten que el Ejecutivo está haciendo uso de la consulta con fines electorales, pensando en el 2026, y que la redacción induce al votante a apoyar iniciativa sin darle información suficiente. 

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Además, se insiste en que solo se está contando el lado amable de la historia, pues si bien se les pregunta a los ciudadanos si quieren que el recargo dominical y festivo sea del 100 por ciento, no se advierte que este cambio podría significar un aumento del desempleo y de la informalidad, según lo advirtió un estudio del Banco de la República.

“Sin duda, las preguntas que ha planteado el Gobierno en la consulta popular cuentan la mitad de la historia y tienen información parcializada. La reforma laboral del Gobierno, para empezar, es una reforma profundamente limitada en cuanto a su impacto en el mercado laboral. Afecta solamente a unos 8 a 10 millones de empleos formales en Colombia. No aborda a los 12 millones de trabajadores informales, ni a los cerca de 3 millones de desempleados. Es una reforma que busca que quienes ya tienen empleo formal tengan más beneficios y garantías, lo cual está muy bien. Eso nadie lo va a oponer”, advirtió la representante a la Cámara por Alianza Verde Catherine Juvinao.

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Mientras que el exmagistrado de la Corte Constitucional Alejandro Linares señala que la consulta no fue convocada para que “el electorado libre escoja entre unas opciones igualmente válidas, sino que lo que propone es una convocatoria para que el electorado respalde aquello que el Gobierno ha impulsado con toda la energía y piensa seguir impulsando, empleando para ello, de manera abusiva, todos los recursos del Estado”.

El Gobierno, sin embargo, considera que las preguntas son las indicadas y que no hay ningún truco en ellas, más allá de buscar el bienestar de los trabajadores.

En medio de esta controversia, han sido desempolvados varios archivos en los cuales queda en evidencia que el ministro Benedetti, cuando era representante a la Cámara por el Partido Liberal, advertía sobre el riesgo de que el diseño de las preguntas terminara manipulando a los votantes. Eso pasó en el proceso político previo al referendo contra la corrupción y la politiquería que impulsó el expresidente Álvaro Uribe entre 2002 y 2003, durante su primer periodo en la Casa de Nariño.

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Para ese momento, Benedetti militaba en la oposición a Uribe, si bien un par de años después se lo vería recolectado firmas para impulsar el cambio en la Constitución que permitió la reelección de Álvaro Uribe. 

Sobre las preguntas del referendo, que finalmente no alcanzó los votos necesarios, Benedetti y el también representante Milton Rodríguez, del Partido Conservador, aseguraban que el texto impulsado por el gobierno de la época "inducía a votar por el sí e impedía que los ciudadanos decidieran libremente". Alertas similares a las que se han escuchado frente a la consulta que ahora lidera, como mano derecha de Petro, el ministro Benedetti. 

Rodríguez y Benedetti aseguraban que la redacción de las preguntas iba en contravía de lo dispuesto en el artículo 378 de la Constitución Política, que establece que el cuestionario del mecanismo de participación "debe ser presentado de tal forma que los electores puedan votar libremente a favor o en contra".

Por ejemplo, cuestionaron la pregunta sobre la eliminación de las suplencias en el Congreso. El texto señalaba: “¿Para que el pueblo sepa siempre por quién emite su voto y para eliminar los llamados carruseles pensionales y otras prácticas indebidas, aprueba usted el siguiente texto?”

Los dos parlamentarios sugerían la redacción del texto de la siguiente manera: “¿Para eliminar las suplencias, aprueba usted el siguiente artículo?”

“Con la redacción original del Gobierno se está presionando sicológica y moralmente al elector para que responda positivamente todas las preguntas", dijo Rodríguez. "El texto tiene que ser ajustado antes de que el referendo salga a la calle", añadió Benedetti”, según aparece en los registros periodísticos de finales del 2002. 

El referendo planteado por el gobierno Uribe es, como la consulta que aparece hoy en escena, uno de los mecanismos de participación popular establecidos por la Constitución de 1991. Los dos consultan directamente al pueblo, si bien sus mecanismos de participación y control jurisdiccional son diferentes. La no utilización de preguntas tendenciosas o engañosas obliga en todos los casos. 

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Finalmente, el referendo, que el Congreso aprobó, fue un duro golpe para Uribe, pues no se superó el umbral. Solo se aprobó la pregunta sobre la muerte política, la cual señalaba que las personas condenadas por delitos de corrupción no podrían candidatearse a cargos públicos o recibir contratos del Estado.

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