Religión y trama diplomática: la historia detrás del nombramiento del papa León XIV de su primer obispo en China

El papa León XIV nombró al primer obispo chino de su pontificado, una noticia que guarda un profundo significado religioso y político para las históricas tensiones que hay entre la Santa Sede y Pekín desde hace por lo menos 70 años.

El nombramiento de Joseph Lin Yuntuan -que se dio el 5 de junio, pero solo se conoció hasta este miércoles- en el cargo se dio en virtud del Acuerdo Provisional que se firmó durante el pontificado de Francisco en 2018. 

Este trato se ha renovado en dos ocasiones y lo que permite es la elección consensuada de los obispos, una competencia que tiene el Papa, pero que el Partido Comunista Chino siempre ha visto con recelo.

Y es que más allá de lo que establecen las tradiciones de la Iglesia Católica, el nombramiento de estos cargos es visto por Pekín como una injerencia de El Vaticano en el país.

De hecho, ambos Estados no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951 tras el ascenso de Mao Zedong al poder. Desde entonces los 12 millones de católicos de ese país se dividen entre la Iglesia patriótica, controlada por Pekín, y la clandestina, leal a Roma.

En especial, este recelo de Pekín hacia la Iglesia, entre otras cosas, tienen que ver con el reconocimiento que El Vaticano hace a Taiwán como un país independiente. China, por su parte, considera a esta isla como una provincia rebelde, la cual ha prometido retomar.

Pese a esto, la Iglesia señala que “este acontecimiento constituye un nuevo fruto del diálogo entre la Santa Sede y las autoridades chinas y una etapa importante en el recorrido comunitario de la diócesis”.

“Esta noticia es importante porque las relaciones (China- El Vaticano) son difíciles. De esta manera se avanza en un camino de concordia de pura diplomacia de lograr que el Gobierno chino permita la evangelización, entendiendo que no se va en contra del Gobierno. Todo esto es una labor de filigrana que llevó a cabo el Papa Francisco y ahora León XIV lleva adelante”, le explicó a este diario el padre Euclides Eslava, director de la Maestría en Teología en la Universidad de La Sabana.

A finales de abril, en el periodo comprendido entre la muerte del papa Francisco y la elección de León XIV, Pekín procedió a la "elección" de dos obispos en las diócesis de Shanghái y de Xinxiang, lo que se interpretó como una iniciativa del Partido Comunista de China para aprovechar el vacío institucional en Roma y asentar su dominación sobre los católicos del país.

El acuerdo ha sido muy criticado dentro de la Iglesia, sobre todo en el ala más conservadora, y hay quien ve en él un control por parte de Pekín en los católicos de China, en un contexto de restricción de la libertad religiosa.

Sin embargo, con este nombramiento, Robert Francis Prevost, elegido el 8 de mayo, muestra su voluntad de continuar con el pacto, pese a las críticas.

Joseph Lin Yuntuan nació en Fuqing (Fujian) el 12 de marzo de 1952, fue párroco en diversas parroquias de la diócesis. De 2003 a 2007, ocupó el cargo de diocesano, y en el periodo siguiente, hasta 2013, asistió al Apostólico de la circunscripción como su Delegado.

Recibió la ordenación episcopal el 28 de diciembre de 2017 siendo así un obispo de la llamada Iglesia clandestina.

*Con AFP y Efe