En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Opinión
Exclusivo suscriptores
Barras bravas criminales y violencia en el fútbol: no hay voluntad política (Meluk le cuenta, opinión)
Es inocultable que varios clubes mantienen una connivencia maligna con las barras criminales.
Nacional Vs. Junior 26 de septiembre 2024 Foto: Jaiver Nieto Álvarez/ El Tiempo
Llevo 30 años escribiendo esta columna y seguramente pasarán otros 30 más escribiéndola si de una vez por todas no se asume la voluntad política real de los gobiernos nacionales y municipales y los directivos de los equipos de fútbol para erradicar a las barras criminales violentas de los estadios de fútbol.
El cáncer de las barras criminales en fútbol está sobrediagnosticado. La solución probada también está sobreformulada. Por eso insisto en que el único y real problema que hay en Colombia desde hace 30 años frente a ellas es la falta de voluntad política de gobiernos nacionales y locales y de los dirigentes del fútbol para hacer lo que hay que hacer.
Y como no ha habido la firme intención de erradicar a los hampones de las barras de los estadios, pues todo lo que se diga a la larga es letra muerta, retórica barata...
Riña entre hinchas de Nacional y Junior Foto:Jaiver Nieto
Acá ya he escrito tantas veces que a las cosas hay que llamarlas por su nombre. Margaret Thatcher, la primera ministra inglesa que erradicó a las peores barras criminales de los estadios ingleses, clamó hasta el cansancio, hasta concientizar a la sociedad, que los hooligans eran “animales”, “salvajes” y “criminales”.
Acá, en cambio, a las barras criminales se las protege bajo el eufemismo de barristas (¡tan parecido a porristas!) y se les esconden bajo otro eufemismo de ‘barrismo social’ sus actividades delincuenciales de microtráfico, robo, extorsión e intimidación en el estadio y en los barrios en los que se disputan los territorios e imponen su poder.
Cómo se combatió el fenómeno en Inglaterra
El modelo inglés, el que se muestra como el ejemplo de éxito en el planeta, lo que hizo fue sacar a los hampones de machete y puñaleta de los estadios con severas medidas represivas, persecución policial, inversión en tecnología para identificación y prevención, judicialización real y encareciendo el valor de las boletas. Empecemos por saber quién en Colombia asume el costo político de perder los votos de las barras bravas y su fuerza de choque o de cargar con el peso de quitarles el fútbol a los pobres...
Aquí es inocultable que varios de los más importantes clubes mantienen una connivencia maligna con las barras criminales.
¡Calculen que les pagan a las barras que cobran por ser ellas mismas su ‘autoseguridad’ (tan parecido a un chantaje), les dan boletas, les patrocinan los viajes y las banderas por las que se pelean a muerte, así como los elementos de la “fiesta de color” para las “salidas” de los equipos, les dan tribunas en las que manejan la venta de estupefacientes, el robo y el cobro para colgar las banderas de sus “parches”...
Nacional Vs. Junior 26 de septiembre 2024 Foto:Javier Acosta
Pero en el fútbol nuestro, que nunca ite tener la culpa de nada y en cambio se declara víctima de todo, han sido los propios directivos, los mismos jugadores y la prensa fanática los cómplices de estas barras criminales. Todos ayudaron (ayudamos) a crear el monstruo y ahora repiten (repetimos) las retórica de lugar común del fútbol en paz.
Llevo 30 años escribiendo esta misma columna, y sin la real y sincera voluntad política de gobernantes y dirigentes para erradicar a los asesinos de las barras pasarán más de mil años, muchos más...