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¿Tiene la piel escamosa y los ojos resecos?: la falta de esta vitamina puede estar relacionada
La vitamina A es esencial para la salud de la piel, la visión y el sistema inmunológico; la falta de esta puede llevar a xeroftalmía o ceguera.
¿Tiene la piel escamosa y los ojos resecos?: la falta de esta vitamina puede estar reaccionada Foto: iStock
En un contexto donde la alimentación saludable es cada vez más valorada para prevenir enfermedades y promover el bienestar, la atención a los micronutrientes esenciales se torna fundamental. Dentro de este grupo, la vitamina A ocupa un rol clave que, aunque muchas veces pasa desapercibido, resulta decisivo para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano.
La vitamina A interviene en múltiples funciones del organismo. Su papel es esencial en el mantenimiento de la salud de la piel, la visión y el sistema inmunológico. Por esta razón, su deficiencia puede desencadenar efectos visibles y graves en la salud general.
La vitamina A es esencial para la salud de la piel, la visión y el sistema inmunológico. Foto:iStock
Según especialistas en nutrición, este nutriente se encuentra en alimentos como el hígado, los huevos, los lácteos enriquecidos y ciertas verduras de colores intensos, como la zanahoria, el zapallo o la espinaca. Su adecuada ingesta permite que los tejidos epiteliales —los que recubren órganos y superficies del cuerpo— se mantengan íntegros y funcionales.
Primeros signos de alerta
Cuando el cuerpo presenta una deficiencia de vitamina A, algunos síntomas pueden aparecer de forma progresiva. Uno de los primeros en manifestarse es la ceguera nocturna, una dificultad para adaptarse a condiciones de poca luz. Así lo destaca un artículo publicado por la Universidad de Arkansas para Ciencias Médicas, que también advierte sobre la posibilidad de desarrollar xeroftalmía, una resequedad severa en los ojos que puede causar daño irreversible en la córnea.
En casos extremos, esta condición puede llevar a la ceguera total, particularmente en niños que atraviesan una situación de carencia prolongada. Este problema representa una preocupación de salud pública en regiones donde el a alimentos variados y nutritivos es limitado.
Efectos en la piel y otros tejidos
Más allá de los problemas visuales, la carencia de vitamina A también afecta la piel. Esta pierde su capacidad natural de hidratación, volviéndose escamosa y quebradiza. A nivel interno, los tejidos que recubren el aparato respiratorio, digestivo y urinario también se debilitan, lo cual favorece la aparición de infecciones recurrentes.
Si no se trata, la falta de vitamina A puede llevar a xeroftalmía y ceguera irreversible. Foto:iStock
Este deterioro no solo se asocia con una dieta deficiente. Existen condiciones médicas que pueden interferir con la absorción o almacenamiento de esta vitamina liposoluble, entre ellas la enfermedad celíaca, la fibrosis quística o intervenciones quirúrgicas en el aparato digestivo.
En personas con trastornos intestinales o hepáticos, incluso una alimentación adecuada puede no ser suficiente. Estas enfermedades comprometen la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar la vitamina A, lo cual deriva en síntomas similares a los provocados por una carencia alimentaria.
Por eso, los profesionales de la salud advierten sobre la necesidad de evaluar posibles causas subyacentes cuando los síntomas se presentan, incluso si la dieta parece balanceada.
El diagnóstico de la deficiencia de vitamina A puede realizarse mediante análisis de sangre, aunque muchas veces la sospecha surge por la observación de signos clínicos. Ante la presencia de síntomas como resequedad ocular o piel escamosa, los especialistas pueden recomendar estudios complementarios para confirmar la condición.
El tratamiento, en la mayoría de los casos, es accesible y eficaz. Consiste en la istración de dosis altas de suplementos de vitamina A bajo supervisión médica, lo que permite mejorar la salud ocular y general en cuestión de días.
La mejor forma de evitar una deficiencia de vitamina A es mantener una alimentación equilibrada. Esto incluye el consumo regular de frutas y verduras de colores intensos, alimentos de origen animal ricos en esta vitamina y grasas saludables que favorezcan su absorción.
El diagnóstico puede confirmarse mediante análisis de sangre y observación de síntomas. Foto:iStock
Los expertos señalan que una dieta variada y balanceada sigue siendo la herramienta más eficaz para prevenir carencias nutricionales, en especial aquellas que afectan funciones vitales como la visión, la protección inmunológica y la regeneración de tejidos.
Ante síntomas como piel seca, quebradiza o visión deficiente en la oscuridad, se recomienda consultar con un profesional de salud. La intervención temprana puede prevenir complicaciones mayores y facilitar una recuperación rápida.
En definitiva, prestar atención a los pequeños signos del cuerpo y asegurar una alimentación rica en nutrientes esenciales como la vitamina A es una inversión en salud que no debe pasarse por alto.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Portafolio, y contó con la revisión de un periodista y un editor.