El trabajo como entretenimiento, 'El otro lado', columna de Ómar Rincón

Mayo 1. Día del trabajo. Se celebra con ocio y alegría de no ir a trabajar. Y dice la canción que “dios hizo el trabajo como castigo”. Y dice el capitalismo, no trabajas, eres empresario emprendedor. Parece que todo conspira contra el trabajo, pero la realidad es terca: es lo que más hacemos, y también, lo que mas disfrutamos. Sin el trabajo seríamos ese aburrimiento que nos habita cada día. En la televisión, el trabajo manda.

Una de las virtudes de la telenovela colombiana es que se celebra y narra el mundo del trabajo: salimos de la casa, del mundo doméstico al mundo público. Mi memoria dice que las mejores donde el trabajo es el relato son:

Betty la fea. Aquí todo lo importante pasa en el mundo laboral, allí puede que no se trabaje mucho, pero ahí se habita, se goza, se explota. La genialidad de Gaitán es que logró convertir a lo más aburrido del mundo laboral que son los comités, juntas, reuniones en algo maravillosamente dramático.

Café. Otra vez Gaitán nos cuenta como es trabajar en el campo, en la cosecha y toda su complejidad para de ahí llevarnos a las oficinas sin tierra de Bogotá con cafexport y luego transportarnos al mundo en Londres.

Hasta que la plata no separe, Los Reyes, Pedro el escamoso son acerca del trabajo. Hasta en la narco novelelas y las bio epics de cantantes y deportistas lo más importante es el trabajo: ese proceso diario para existir. Los influencers y reggaetoneros trabajan mucho, es más lo hacen peor que todos: 24/7. Todo es trabajo para ganar el cielo yopitalista de autos, fiesta, playas y drogas.

En las series que tanto gustan todo es trabajo, y es que el poder se hace palpable en el mundo laboral: Mad Men o esa celebración de la creatividad bohemia y de humo que es vender felicidades hechas en forma de productos (envidiable ese trabajo de pasarla bien); The Office o la genial ironía de las realidades laborales del maltrato como calidad (eso del maltratador es buen jefe); Succession o como los ricos no trabajan pero hacen billete (ya quisiéramos); Severance o esa idea del poder capitalista de hacernos trabajar sin pensar (pensar es revolucionario); The Bear o como es ese glamur trágico de tener un restaurante y sobrevivir al sabor.

Trabajar de Papa católico lo puedes ver en programa Amén (Disney+), que es espectacular. Donde podemos ver a Francisco intentando hacer sentido para jóvenes que ya no tragan entero. Y terminar con una sonrisa de fe y esperanza. ¡Grande Francisco!

Trabajar de tuitero que es lo que hace nuestro presidente, su trabajo era de gobernar, gestionar y hacer y tenemos al tuitero mayor, bueno como Trump o Milei.

En todo caso es raro este mundo que nos vende el ocio como cielo del consumo y parece odiar al trabajo, cuando es lo que más hacemos, nos gusta y narramos. Felicidades a los trabajadores.