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Medellín se volvieron a prender las alarmas tras el desmantelamiento, esta semana, de una red transnacional que ofrecía a turistas extranjeros planes para tener relaciones sexuales con menores de edad y drogas. Aunque la organización delictiva funcionaba en otras ciudades como Santa Marta, Cartagena y
Bogotá, la capital antioqueña ha tomado fuerza en los últimos años, según expertos, por la imagen que se proyecta en el exterior de la belleza de sus mujeres, su internacionalización y su relación con Pablo Escobar.
“Por nuestras investigaciones, sabemos que el paquete que venden por 6 millones de pesos, aproximadamente, incluye una semana con drogas, estadía con comida incluida, visita a sitios que estuvieron relacionados con Pablo Escobar y sexo”, explicó Luis Guillermo Pardo, exasesor de Paz de Antioquia y Medellín y presidente del Centro de Consultoría de Conflicto Urbano C3.
El experto añadió que a los servicios sexuales brindados por adultos se suman un alto consumo de drogas y, lo más aberrante, explotación sexual de menores de edad.
Este tema volvió a quedar en evidencia tras el operativo del fin de semana pasado, el cual se dio tras dos años de investigaciones conjuntas de la Dijín y la
Fiscalía y develó la presencia de mafias internacionales que, en connivencia con colombianos, cometen estos delitos.
El fiscal general de la nación, Néstor Humberto Martínez, definió la estructura, liderada por ciudadanos israelíes, como una mafia responsable de explotación y esclavitud sexual de niñas, adolescentes y mujeres, que eran sometidas “a toda clase de vejámenes” en Medellín, Santa Marta, Bogotá y Cartagena.
Se estableció que los planes eran destinados a ciudadanos de Israel, principalmente empresarios y hombres que culminaron su servicio militar. Entre los delitos por los que deberán responder los ocho capturados de esta red, de los cuales siete fueron cobijados con prisión domiciliaria y uno fue dejado en libertad, figuran homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, inducción a la prostitución, proxenetismo con menor de edad, estímulo a la prostitución de menores, turismo sexual, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Asimismo, las autoridades allanaron bienes que eran usados para la explotación sexual por esta red en Taganga, Medellín y Bogotá.
El teniente coronel Jaime Perdomo, jefe de Protección y Servicios Especiales de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, dijo que
A los servicios sexuales brindados por adultos se suman un alto consumo de drogas y, lo más aberrante, explotación sexual de menores de edad
En el transcurso de 2018, en Medellín se han capturado 82 personas por casos asociados a la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes (Escnna), incluyendo trata de personas y proxenetismo.
“Los llamados proxenetas an a personas de bajos recursos, facilitan las citas con la persona que está ando y cobran un dinero; luego le dan una parte a la víctima”, indicó el coronel, y añadió que esta situación es narrada por las víctimas o sus familiares.
Pardo agregó que aunque no tienen los datos actualizados, las comunas en las que más se han buscado históricamente las menores de edad para explotarlas sexualmente son Manrique, Aranjuez, Castilla, Villa Hermosa y San Javier.
Sin embargo, el experto afirmó que los colegios siguen siendo un sitio para seleccionar a niñas y adolescentes. “Hay redes que vinculan jóvenes para que se hagan amigas de las menores, que terminan siendo secuestradas y violadas”, dijo.
En los distintos operativos de la Policía se han detenido por esta razón turistas de México, Perú y
Estados Unidos, pero también otros, como los de Israel, que residen en la capital antioqueña o en otras ciudades turísticas del país.
Los proxenetas, por lo general colombianos, van a los barrios más pobres para ar a los niños y jóvenes. Fincas en municipios aledaños a Medellín suelen ser el lugar donde ocurre la explotación sexual, aunque también se presenta en hoteles, hostales y moteles.
Lo preocupante es que ya los extranjeros, en su entrevista de ingreso al país, iten que vienen por sexo y drogas, por lo que Migración Colombia les ha negado su entrada a 32 de ellos en
Antioquia.
Christian Krüger, director nacional de la entidad, dijo que se vienen articulando con las demás autoridades nacionales, e incluso internacionales, para frenar este tipo de prácticas y sancionar a quienes incurren en ellas.
Además, según el presidente del C3, desde el 2012 se sabe de redes criminales que subastan la virginidad de niñas y niños.
“En ese momento había una red criminal internacional que localizaba niñas de 12, 13, 14 o 15 años, les tomaban fotos íntimas, organizaban un catálogo por internet y abrían una subasta que no duraba más de 15 minutos”, dijo.
Asimismo, relató que en ese entonces se pagaban hasta 5 millones por una niña, y añadió que tras un operativo de 2015, la red tuvo que reorganizarse y disminuyó su accionar, pero que hoy funciona de nuevo y ya se pagan hasta 7 millones. Ya no solo son víctimas las niñas, sino también los niños.
Al respecto, el coronel Perdomo explicó que actualmente, de manera oficial, no tienen denuncias sobre este delito, pero que mantienen activo un equipo para identificar a s que utilizan las plataformas digitales para descargas de contenido sexual con menores y, posteriormente, vincularlos a investigaciones judiciales.
Pardo anotó que el crecimiento de estos delitos contra los menores y la prostitución asociados al turismo va a la par del posicionamiento de Medellín como una ciudad internacional.
“Por eso venimos trabajando con los hoteles para que eviten caer en estas prácticas”, indicó el coronel Perdomo.
Para Jhon Marulanda, experto en seguridad, este fenómeno no es exclusivo de Medellín, sino una constante en otras ciudades de
Latinoamérica, solo que en muchas de ellas hay una reglamentación más estricta que hace menos sencilla la utilización de menores para servicios sexuales.
Campaña de prevención en el sector hotelero
La Policía Metropolitana de Medellín realiza distintas actividades de atención y prevención a casos de explotación sexual. Entre el primero de junio y el 10 de diciembre de este año entregaron materiales publicitarios sobre este asunto en los sitios turísticos de mayor afluencia. También cumplieron acciones de vigilancia y control y desarrollaron campañas en los lugares que por su actividad comercial pueden favorecer la ocurrencia de este flagelo, como hoteles, residencias, centros vacacionales, agencias de viajes, centros comerciales y terminales de transporte. Andrés Tobón, secretario de Seguridad de Medellín, contó que este año fue creada la unidad de delitos sexuales del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia (Sisc), compuesta por seis analistas que trabajan de la mano de fiscales para estudiar los distintos expedientes de delitos sexuales y lograr capturas.
HEIDI TAMAYO
Corresponsal EL TIEMPO
Medellín