Negociadores de Estados Unidos y China anunciaron el martes que alcanzaron en Londres un acuerdo sobre un "marco general" para superar sus diferencias comerciales, el cual debe ser validado por los presidentes de los dos países.
"Ambas partes han llegado a un acuerdo de principio sobre un marco general (...) y presentarán este marco general a sus respectivos líderes", declaró a periodistas el represante comercial chino, Li Chenggang.
El Secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el Viceprimer Ministro chino, He Lifeng Foto:AFP
El secretario estadounidense de Comercio, Howard Lutnick, aseguró que el acuerdo permitirá resolver la preocupación de su país por las compras de tierras raras chinas, que consideran demasiado restringidas por Pekín.
Estados Unidos acusa a China de demorar la aprobación de los envíos de tierras raras, consideradas cruciales para las industrias de automóviles, semiconductores y aeroespacial.
Xi Jinping y Donald Trump Foto:EFE - AFP
El acuerdo deberá ser aprobado por los gobernantes de los dos países, indicaron los negociadores en la histórica Lancaster House de Londres.
Las dos mayores economías del mundo buscan una tregua duradera en la guerra desatada por los aranceles del presidente Donald Trump, con los gravámenes mutuos reducidos temporalmente.
El representante chino Li aseguró que "nuestra comunicación ha sido muy profesional, racional, profunda y franca".
Dijo esperar que los avances alcanzados en Londres ayudarán a fortalecer la confianza de ambas partes.
Las tierras raras
Las tierras raras de China, fuente de discordia entre ambos países, constituyen un punto clave en las negociaciones, ya que Estados Unidos espera que se restablezca el ritmo de las exportaciones de estos metales estratégicos, que se ha ralentizado desde que Trump lanzó su guerra comercial a comienzos de abril.
"En Ginebra, aceptamos reducir nuestros aranceles y ellos permitir la exportación de imanes y tierras raras que necesitamos", destacó Kevin Hassett, principal asesor económico de Trump, en CNBC.
Trump lanzó una guerra comercial desde su llegada a la Casa Blanca. Foto:Internacional
Pero aunque China ha permitido estas exportaciones, se han producido "a un ritmo mucho menor del considerado óptimo por las empresas", según Hassett.
Estas materias primas chinas son cruciales para las baterías de vehículos eléctricos, turbinas eólicas o incluso sistemas de defensa (misiles, radares, satélites).
Por su parte, China quiere que Estados Unidos reconsidere varios controles a la exportación sobre sus productos.
Al ser preguntado sobre esta posibilidad, Trump se limitó a un lacónico y evasivo "ya veremos".
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